Ipiranga (1854)

Mesa desechó el abordaje y abrió fuego, que fue respondido por la escuadra imperial.

El Jejuí recibió graves daños al igual que las chatas, por lo que los paraguayos se refugiaron en el Riachuelo protegidos por las baterías de tierra y la fusilería de la infantería.

El almirante Barroso hizo transmitir por señales a sus buques tres frases que serían célebres en la historia naval brasilera: "Brasil espera que cada hombre cumpla con su deber", "Atacar y destruir al enemigo tan cerca como sea posible" y "Mantener el fuego que la victoria es nuestra".

Pese a la resistencia de los marineros y la tropa que "peleaban solos, pues al retirarse el comandante a la sala de armas le siguieron todos los oficiales,[1]​ las tropas del batallón 6º Nambi´i del Salto consiguieron afianzar su posición en el buque.

En esa oportunidad, al Ipiranga le tocó cerrar la marcha de la escuadra aliada que en línea y devolviendo el fuego cruzó frente a las baterías enemigas a toda máquina, con excepción del vapor argentino Guardia Nacional que lo hizo lentamente como demostración de valor.

Tras forzar exitosamente el paso, habiendo recibido alrededor de treinta impactos pero sin bajas ni averías significativas, ancló con su división en el Rincón de Soto, cerca de Goya, permaneciendo estacionada esperando el avance del ejército.

El almirante brasileño consideraba la operación en extremo arriesgada por temor a las baterías paraguayas e innecesaria por juzgar que el flanqueo y cerco terrestre serían suficientes.

Mitre impuso finalmente su posición dejando al arbitrio del almirante la organización y ejecución de la operación.

Inácio designó para forzar el pasaje a los encorazados Brasil (buque insignia), Tamandaré, Colombo, Mariz e Barros, Cabral, Barroso, Herval, Silvado y Lima Barros, llevando a remolque las chatas acorazadas Cuevas, Lindóia y Riachuelo.

A las 6:00 la división encabezada por el Brasil levó anclas y marchó aguas arriba sin preocuparse de las descargas de la artillería y fusilería paraguayas.

El pasaje se realizaría con éxito y escasos daños, confirmando como infundados los temores del mando brasileño y, tras el inmediato pasaje de los puntos fortificados en Timbó y Laurel, abriría el camino al bombardeo de Asunción.

Ese año efectuó un relevamiento hidrográfico da lagoa Pires.

Batalla del Riachuelo.
Pasaje de Curupayty
Pasaje de Humaitá