El intento hostil de desembarco que a continuación llevaron a cabo los holandeses sería repelido por las fuerzas luso-brasileñas, y van Noort continuaría su viaje hacia la Patagonia y Perú.La misma suerte correría la expedición holandesa que bajo el mando de Joris van Spilbergen intentaría en 1615 desembarcar en San Vicente.Las llamadas companhias de emboscada eran pequeños grupos de 10 a 40 hombres, con alta movilidad, que atacaban por sorpresa a los holandeses y se retiraban velozmente, reagrupándose para nuevos combates.La aventura hacia el norte del territorio brasileño continúa en 1637 en que realizando alianza con los indígenas, toman el fuerte de San Sebastián y juntos expulsan a los portugueses de Ceará.En 1635 las fuerzas holandesas, comandadas por el coronel polaco Crestofle d'Artischau Arciszewski, captura Arraial do Bom Jesus, después de un largo asedio.Con esto los holandeses acaban con las últimas resistencias portugueses que quedaban en Pernambuco.Concedió libertad religiosa, registrándose la fundación, en Recife, de la primera sinagoga del continente americano.En 1649 Matias Beck reconquista Ceará para los Países Bajos, se establece en la desembocadura del río Pajeú y funda el fuerte Schoonenborch.A pesar de la fuerte resistencia indígena, los holandeses lograron permanecer en el territorio.La llamada segunda batalla de los Guararapes, ese mismo año, marcó una situación favorable a los portugueses, y, en 1654, tras rendir Recife, los holandeses dejaron definitivamente Brasil.En poco tiempo, la producción antillana se tornó más lucrativa para los Países Bajos que el comercio con Portugal, y la economía brasileña entró en decadencia, solo recuperándose definitivamente en el siglo siguiente, con el descubrimiento de oro en Minas Gerais.
El Brasil holandés, 1630-1654.
Escudo de Nueva Holanda.
Bandera de Nueva Holanda.
Recuperación de Salvador por españoles y portugueses (1635).