Injerencia humanitaria

Pero otros critican que el Derecho internacional humanitario no puede invocarse para justificar una intervención armada y denuncian que el fin último del término es proporcionar una cobertura de legitimidad al uso de la fuerza.

La primera justificación del uso de la fuerza con el primer intento de "castigar la injuria y proteger a los inocentes" se lo atribuye a Hugo Grocio (1583-1645) dando inicio al debate sobre la injerencia humanitaria que se prolongó durante los siglos posteriores y entre otros escritores como: Pufendorf, Wolf, Vattel, Kant o Stuart Mill, que reflexionaron sobre el uso de la fuerza contra quienes "hubiesen maltratado a sus súbditos más allá de lo que parece aceptable".

En 1976 se creó en Canadá otra ONG dedicada al tema de derechos humanos, junto con Amnistía Internacional, Human Rights Watch.

Sin embargo, cualquier resolución con ese efecto debe ser aprobada por todos los cinco miembros permanentes.

Ya que tanto los promotores como detractores de la intervención humanitaria tienen bases legales en la Carta de las Naciones Unidas, todavía existe controversia sobre si es la soberanía o las causas humanitarias las que deben prevalecer.