Seguridad humana

Desde instituciones y actores dedicados a la cooperación del desarrollo se sugirió que el tradicional concepto de seguridad, al centrarse únicamente en conflictos interestatales, se pasaba por alto, amenazas a la seguridad y libertad de las personas.

Sin embargo, las más esenciales son disfrutar de una vida prolongada y saludable, adquirir conocimientos, y tener el acceso a los recursos necesarios para lograr un nivel de vida decente.

Si no se poseen esas oportunidades esenciales, muchas otras seguirán siendo inaccesibles.

[5]​ Contar con salud, educación, empleo, vivienda, alimento, seguridad jurídica, medio ambiente, igualdad, entre otros; son derechos y garantías en los que se puede encontrar la incertidumbre de un futuro, que mediante su ejercicio pleno se pueden prevenir amenazas sociales futuras que podrían repercutir no solo en la vulnerabilidad del bienestar del individuo, sino también en el debilitamiento del Estado y el quebramiento de la democracia garante de las libertades individuales.

El informe destacó cuatro características básicas de la seguridad humana: universalidad, ya que es un elemento que les incumbe a todas las personas del planeta y porque las decisiones que tomen algunos afectan al resto de los habitantes de una región e inclusive al planeta entero;[7]​ interdependencia de sus componentes, porque las amenazas que existen hoy se encuentran interconectadas; antropocéntrica, porque se centra en las personas; y mejor garantizada mediante la prevención temprana.

Por un lado, profundiza verticalmente el concepto de seguridad y su referente pasa de la escala estatal a la escala del individuo; por otro, supone una ampliación horizontal respecto a las amenazas o riesgos que le afectan.

La cooperación entre gobiernos y organizaciones, así como la sociedad civil, son importantes para fomentar la seguridad.

Actualmente el concepto de seguridad humana ha alcanzado el nivel de estudios universitarios, asociado a los estudios sobre globalización, relaciones internacionales y derechos humanos.

Estas diferencias en el contenido del concepto tienen consecuencias en la agenda de estos actores y en las acciones que llevarán a cabo para garantizar la seguridad humana.

Para los más críticos del concepto, esta pluralidad de interpretaciones ha sido aprovechada para mostrar que en realidad la seguridad humana no tiene ninguna utilidad analítica ya que su significado es demasiado ambiguo.

Esto conlleva el riesgo de que las prácticas llevadas a cabo en nombre del concepto sean apropiadas por parte del ejército y la policía, las instituciones encargadas tradicionalmente de proveer seguridad del Estado y, por tanto, que las amenazas a la seguridad humana sean militarizadas.

Finalmente, aunque el nexo entre desarrollo y seguridad pueda parecer a primera vista un progreso, también existe el peligro de que ello conlleve un tutelaje, e incluso intervención, mayores que los actuales por parte de los países supuestamente desarrollados sobre los demás.