En la ciudad de Valencia solo tenían acceso al gobierno la pequeña nobleza urbana, compuesta por los cavallers -que eran los nobles no titulados que habían sido armados caballeros— y los generosos -los nobles que no tenían título ni eran caballeros-, y los ciutadans —que se distinguían de los simples habitadors ('vecinos'), grupo del que formaban parte los artesanos y trabajadores de los diferentes oficis o gremios y que constituían la mà menor del estat pla (los no nobles).
Dentro de los ciutadans existía una capa social superior llamada ciudadanos honrados —que constituían la mà major del estat pla o no nobles— y que eran aquellos que vivían de rentas suficientes y habían desempeñado el cargo de jurat, la máxima magistratura urbana.
El Consell Secret estaba integrado por: La elección de los jurats que gobernaban la ciudad se realizaba mediante unas listas de 12 ciutadans y 12 cavallers i generosos —uno por cada parroquia de la ciudad, respectivamente— que eran elaboradas por el Consell General, por lo que el papel del rey en su elección era meramente simbólico —los nuevos jurats juraban su cargo ante el batle general, como máximo oficial real—.
En el siglo XV fue famoso el racional Guillem Saera que ocupó 21 años seguidos el cargo —entre 1456 y 1477— a pesar de que la permanencia en el mismo solo podía ser de tres años.
"Las antiguas asambleas abiertas que en los primeros años de la repoblación solían reunir a todos los vecinos en la iglesia parroquial fueron sustituidas por el nuevo sistema municipal, de inspiración urbana y romanista, que restringía la gestión del poder local a un estrato minoritario de prohoms".
[5] Así todas ellas se dotarán a grandes rasgos de las instituciones que rigen la ciudad de Valencia: los jurats ('jurados'), en quienes residen los poderes que la monarquía delegó en la ciudad; el Consell, como órgano representativo estamental y que es el consejo asesor de los jurats; y los oficiales como el Justícia Criminal, el Justícia Civil y el Mostaçaf.
[6] Entre 1321 y 1329 la nobleza menor urbana, cavallers i generosos, entraron en el gobierno de las ciudades reales, que hasta entonces habían estado dominadas en exclusiva por los ciutadans o prohoms.