Los hijos, nietos y bisnietos nacidos en México ya no hablan tanto la lengua gallega, y algunos de ellos acuden a los centros gallegos del país para la enseñanza del idioma siempre y cuando se abra algún tipo curso durante el año.
Los gallegos fueron entre los más comprometidos con las naciones que los acogieron en los momentos más difíciles, y al día de hoy sus hijos ya nacidos en México desarrollan cargos en la vida política y económica de México.
Participan también en el negocio de bolos (en México llamado boliche o pinos).
A diferencia de otros países latinoamericanos, los gallegos y muchos extranjeros han tenido severas dificultades de aceptación y difusión de su cultura, ya que la cultura mexicana es muy fuerte y eso hace que absorba y asimile fácilmente a todos los que han nacido en este país, por ello los gallegos buscan integrar ambas identidades culturales para adaptarse de forma más rápida a un nación que culturalmente es muy dominante y que ha sido cuna de civilizaciones madre.
En su momento la cultura gallega estuvo emparentada directamente con la isla Cuba, pero al paso de los años se ha ido integrando a una galleguidad más globalizada.