Puebla era poco menos que un pequeño villorrio con una población de inmigrantes en su mayoría europeos; en sus alrededores caballos y vacas corrían libremente multiplicándose con facilidad.
Tal vez como persona práctica recordó la carreta típica de su tierra, que podía recorrer los caminos estrechos gallegos, por eso las empezó a construir en sociedad con un carpintero.
También solicitó y logró el permiso para mejorar las rutas existentes, con lo cual abrió el primer servicio de transporte rodado en México.
Dos años más tarde vuelve a contraer matrimonio y su segunda esposa fallece apenas ocho meses después.
Cuatro días después, afluye a su entierro gran cantidad de personas.
[1] Fue el mismo Felipe III quien escribe al obispo de Tlaxcala para que iniciase el proceso en 1603 y el mismo prelado le remite un año siguiente la biografía escrita por Juan de Torquemada.