La inmigración finlandesa en Argentina comenzó a principios del siglo XX y no fue tan masiva como la de otras nacionalidades europeas.
Se estimaron que eran unos 120 personas y hablaban el sueco como lengua materna.
Los motivos de la emigración finlandesa parecen haber estado relacionados en parte con el contexto represivo que vivía el país a comienzos del siglo XX debido a la ocupación rusa del territorio.
[6] Además de Misiones, muchos grupos de inmigrantes finlandeses y sus descendientes se radicaron en otras provincias del país, como Corrientes, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires (por ejemplo, en Zárate).
En su adaptación e integración a la Argentina, los inmigrantes finlandeses -al igual que los suecos y noruegos- continuaron con algunas de sus tradiciones gastronómicas.