Esta datación fue aceptada por Consuelo Sanz Pastor[1] y se mantuvo hasta la exposición de 1987-1988.
En aquella época, el número 5 solía representarse con forma de S, posteriormente confundida con un 1, debido a una restauración defectuosa.
Algunos especialistas, como Diego Angulo Íñiguez y José Gudiol expresaron dudas acerca de esta datación temprana, por razones estilísticas.
[2] En las últimas Inmaculadas, Zurbarán concede poca relevancia a los símbolos de las letanías lauretanas, que suelen aparerecer difuminadas entre las nubes o en el paisaje.
[10] También es posible que Zurbarán se basara en el grabado Doce niños danzantes de Domenico Campagnola.