Apenas un mes después, participa junto a Ulrike Meinhof en la liberación de Andreas Baader donde tirotearon a un guardia de la cárcel.
Entre el verano y el otoño de 1970, Schubert participó en, al menos, tres asaltos a entidades bancarias.
Esta última acción es la que desencadena lo que se ha dado en conocer como el Otoño Alemán, y más en concreto la llamada ‘noche de la muerte de Stammheim’.
Pero incluso esta declaración será utilizada como argumento de los que sostienen la tesis del suicidio.
Citando a su compañera Astrid Proll, se la considera ‘la olvidada de la RAF’.