[9][10] El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Yisrael Katz, declaró que la operación era una "guerra en toda regla" centrada en acabar con las "infraestructuras terroristas", acusando a Irán de intentar establecer un "frente terrorista oriental" contra Israel en Cisjordania financiando y armando a militantes locales.
[8] El portavoz del secretario general de la ONU dijo que Israel debería “ejercer la máxima moderación y usar la fuerza letal solo cuando sea estrictamente inevitable para proteger la vida”.
[8] Estados Unidos pidió a Israel que protegiera a los civiles en Cisjordania durante sus operaciones y reconoció el razonamiento de seguridad israelí para la operación.
También ha pedido a las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina que se unan a la lucha contra Israel.
La Autoridad Nacional Palestina condenó la operación y pidió a los Estados Unidos que intervengan.