Su éxito le permite trasladarse a un local mayor en la calle Villanueva, 22, desde donde edita su primer catálogo tipográfico.
En 1911 se volvió a ampliar el conjunto construyendo un edificio en la calle Altamirano, 5, que estaba unido por el interior con los demás.
También editaba e imprimía la revista La Crónica, especializada en las novedades, modas y tecnología del sector de la impresión.
La Guerra Civil Española ocasionó una importante destrucción de la empresa, al encontrarse en la Ciudad Universitaria, en pleno frente.
[1] Tras la Guerra, Amalia Gans Gimeno encargó a Reinaldo Leger Tittel de practicante reconstruir desde cero la Fundición.
Durante esta época los tipos comercializados se correspondían típicamente al gusto decimonónico y de origen alemán, incluyendo formalizaciones modernistas y modelos de palo seco del siglo XIX.