En este momento, Henry Cowell, un pionero en las técnicas avanzadas de vanguardia para el piano (como puntear las cuerdas desde el interior, usar clústers, etc.), fue su mentor.
La pieza nunca fue diseñada para ser llevada a cabo en el sitio, sino para ser grabada o transmitida.
A pesar de que en la interpretación contemporánea esto no conlleva ningún desafío tecnológico, tratar de interpretar la pieza en las condiciones en que se diseñó por primera vez resulta impráctico.
La pieza también se usó más tarde en Horror Dream de Marion Van Tuyl.
[6][7] En ocasiones se le considera como la primera pieza de música electroacústica compuesta, dada su inusual naturaleza en ese momento.
Inicialmente, los ritmos se planearon para tocar al subir y bajar la aguja, lo que causó sonidos no deseados.