El concepto se usa habitualmente como sinónimo de mentalidad, cosmovisión, conciencia colectiva o ideología, pero en la obra de Castoriadis tiene un significado preciso, ya que supone un esfuerzo conceptual desde el materialismo para relativizar la influencia que tiene lo material sobre la vida social.
La aparición del término se enmarca en los debates dentro del marxismo sobre la tendencia determinista que habían adoptado algunos de sus autores.
Lo mismo ocurre con el cambio que, según Castoradis, emerge a través del imaginario social, ya que el cambio social implica discontinuidades radicales que no pueden explicarse exclusivamente en término de causas materiales.
En palabras del autor: Castoriadis divide el imaginario social en dos planos de significación distintos y dependientes.
A lo largo de su obra, Castoriadis proporciona numerosos ejemplos históricos de cómo los distintos imaginarios: instituciones, leyes, tradiciones, creencias y comportamientos, no pueden explicarse exclusivamente con base en causas materiales: