Ilustración de libros

El grabado y el aguafuerte brindaban una mejor definición y permitían mostrar detalles más finos en las ilustraciones, por lo que a partir de fines del siglo XV se convirtieron en las técnicas preferidas, a menudo utilizando las técnicas en una misma placa.

Los libros lujosos sobre temas de geografía e historia natural, y algunos libros para niños, tenían ilustraciones impresas que eran coloreadas a mano, pero en Europa ninguna de las técnicas experimentales para impresión a color fue muy utilizada antes de mediados del siglo XIX, para cuando varias técnicas diferentes comenzaron a tener éxito.

En el este de Asia la impresión a color mediante varios bloques de madera diferentes era cada vez más usada; la técnica desarrollada en Japón se denomina nishiki-e, y se usaba tanto en libros como en estampas ukiyo-e.

[7]​ Durante los siglos XIX y XX se desarrollaron nuevas técnicas que revolucionaron las ilustraciones de libros.

A comienzos del siglo XIX, el proceso de fotograbado permitió reproducir fotografías en los libros.

El proceso era sumamente laborioso y costoso ya que el artista debía preparar una placa distinta para cada color a utilizar.

Por ejemplo, Aubrey Beardsley, un propulsor del Art Nouveau y el Esteticismo, tuvo gran influencia en las ilustraciones de libros.

Ilustración de un gallito con el sol naciente y hombre con gorra de dormir en una ventana.
Ilustración del cuento "La casita que construyó Jack"; impreso por Edmund Evans , ilustrado por Randolph Caldecott (1887).
Una de las 12 ilustraciones de la 4.ª edición del Paradise Lost de John Milton , ilustrado por John Baptist Medina , 1688.
Iluminación con viñetas y dibujos, incluido un hombre de perfil con la boca abierta, con varias lenguas. Copulata, "De Anima", f. 2a. HMD Collection, WZ 230 M772c 1485.
Ilustración de la «Oración de la Tarde» del Libro de Oración Común iluminado de 1845, diseñada por Owen Jones , cromolitografíada en azul, rojo, dorado y verde.