Cuando dejó de dirigir Les Gens du monde trabajó como caricaturista en Le Charivari.
Así sus obras ilustran la novela por entregas El judío errante, de Eugène Sue (1843, 8 vol.
Una sola portada o viñeta, fue muchas veces suficiente para asegurar la venta de un nuevo libro.
Acostumbrado a la atmósfera alegre de París, le marcó en su obra más tardía.
Pasó del caricaturista alegre a uno incisivo, cuya temática se centró en las miserias humanas y la responsabilidad de las mismas.
En 1857 se publicó en un solo volumen la serie titulada Masques et visages y en 1869, aproximadamente dos años después de su muerte, vio la luz su último trabajo, Les Douze Mois.