En 1929 fundó el primer cine-club español y una galería de arte en Madrid, junto a Ernesto Giménez Caballero.
[a][6] Ya en 1974, Pierre Guichard señaló la paradoja de negar la conquista árabe y al mismo tiempo afirmar la «orientalización».
[8] Luis Molina anota, por su parte, que la obra de Ferrín no pretende ser historiográfica, sino paródica.
[11] A su vez, el historiador Eduardo Manzano Moreno escribe y considera que "lo más sorprendente de la tesis de Olagüe no es lo descabellada y disparatada que resulta.
Normalmente, suelen ser olvidadas con la misma rapidez con la que provocan un cierto revuelo inicial.