Iglesia y convento de las Capuchinas (Antigua Guatemala)

De ahí en adelante las instalaciones se destinaron para varios usos, pues en su patio fue secado café y además funcionó una tintorería.

En abril de 1920, durante los últimos días del gobierno del licenciado Manuel Estrada Cabrera, el príncipe Guillermo de Suecia visitó Antigua Guatemala y escribió sus impresiones en su libro Between two continents (Entre dos continentes).

[6]​ A lo largo del camino vieron largas filas de indígenas que iban hacia la Ciudad de Guatemala, llevando pesadas cargas a sus espaldas con aparente facilidad; hombres, mujeres y niños llevaban algo en la espalda, y lo hacían con paso rápido.

[7]​ Después de pasar Mixco, el camino se hacía aún más empinado, con un barranco profundo a un lado, y un risco elevándose por el otro; era muy frecuente encontrar cruces a la orilla del camino, que marcaban el lugar en donde algún viajero había perdido la vida.

Luego de alcanzar el punto más alto, iniciaron el descenso hacia Antigua Guatemala.

Ruinas abandonadas del convento de Capuchinas en 1916. Fotografía de Arnold Genthe .
Estructura circular de celdas en el convento de Capuchinas, todavía en buen estado en 1916, tal y como describiera el príncipe Guillermo de Suecia en 1920. [ 4 ] ​. Fotografía de Arnold Genthe .
Una familia de escasos recursos viviendo en las ruinas de Capuchinas, como lo relatara el príncipe Guillermo de Suecia en 1920. [ 5 ] ​. Fotografía de Arnold Genthe .