De ahí en adelante las instalaciones se destinaron para varios usos, pues en su patio fue secado café y además funcionó una tintorería.
En abril de 1920, durante los últimos días del gobierno del licenciado Manuel Estrada Cabrera, el príncipe Guillermo de Suecia visitó Antigua Guatemala y escribió sus impresiones en su libro Between two continents (Entre dos continentes).
[6] A lo largo del camino vieron largas filas de indígenas que iban hacia la Ciudad de Guatemala, llevando pesadas cargas a sus espaldas con aparente facilidad; hombres, mujeres y niños llevaban algo en la espalda, y lo hacían con paso rápido.
[7] Después de pasar Mixco, el camino se hacía aún más empinado, con un barranco profundo a un lado, y un risco elevándose por el otro; era muy frecuente encontrar cruces a la orilla del camino, que marcaban el lugar en donde algún viajero había perdido la vida.
Luego de alcanzar el punto más alto, iniciaron el descenso hacia Antigua Guatemala.