[1] Se encargó el proyecto a Andrea Palladio, conocido en la ciudad por las espléndidas mansiones que realizó en tierra firme, para familias pudientes.
Se optó por este modelo para acatar las directivas del reciente Concilio de Trento.
Su reluciente blancura y sus magníficas proporciones, destacan a la iglesia con una identidad propia, visible desde la Piazzetta.
La alta cúpula está integrada visualmente con la fachada, y da sensación de unidad.
Tiene un simple transepto constituido de tres ábsides, desde donde se alza la gran cúpula central.