[2] La capilla dio nombre a un pequeño barrio llamado de la Virgen del Camino que se formó en sus inmediaciones.
El edificio se adapta a la pendiente del terreno con una planta principal que acoge la iglesia y un semisótano.
El vidrio de las mismas está dispuesto en patrones que interactúan con la luz, creando efectos visuales dinámicos en el interior.
La parte trasera de las torres está truncada, introduciendo una ruptura en la simetría convencional y aportando dinamismo al diseño.
El interior, libre de excesos decorativos, utiliza madera en los bancos y otros elementos, creando un contraste cálido con el hormigón visto.
Los bancos están dispuestos de manera que dirigen la atención hacia el altar, el cual se erige como el punto focal del espacio.
La considerable altura del techo añade una dimensión vertical que eleva la mirada, fomentando una sensación de trascendencia.
El Cristo colgado que preside el altar, crucificado sin cruz, es obra del escultor José Luis Penado.