Iglesia de la Santísima Trinidad de los Peregrinos

En 1625 se construyó también un gran Hospital-Hospicio para peregrinos convalecientes y para pobres desahuciados por otros hospitales de la ciudad.

La iglesia sigue el modelo de los templos romanos de la Contrarreforma: planta basilical con gran presbiterio en el que se sitúa el altar mayor, perfectamente visible desde toda la iglesia para que las ceremonias puedan ser seguidas por los fieles sin obstáculos.

La fachada es obra del arquitecto Francesco De Sanctis.

Se inspiró en la que Carlo Fontana construyó para la iglesia de San Marcello al Corso y fue levantada en 1723: en ella, se situaron en hornacinas las esculturas de los cuatro evangelistas, obras de Bernardino Ludovisi.

La más importante es la gran pintura del altar mayor: la Trinidad de Guido Reni, encargada por el cardenal Ludovico Ludovisi en 1625, una de las obras maestras del pintor.

Trinidad de Guido Reni en el altar mayor de la Santissima Trinità dei Pellegrini de Roma.