El del lado de la Epístola contiene una procesión presidida por un obispo; el del Evangelio muestra a dos músicos tocando una especie de viola o rabel y un pandero cuadrado.
Se nota en los canecillos lisos de caveto, como corresponde a la fase avanzada del románico o protogótico.
En el interior se conserva una pintura mural del siglo XVII con el tema de la Última Cena.
Tiene un carácter popular, con arcaísmos evidentes en los que se aprecia una impronta gótica.
De interés son también los retablos: el mayor se colocó hacia el año 1785, siendo una pieza postchurrigueresca relacionada con el retablista campurriano Manuel García Bayllo; y el colateral del Evangelio, más sencillo y probablemente del siglo anterior.