Es un ejemplo de la belleza y esplendor del estilo manuelino.Fue mandada construir por el rey Manuel I de Portugal en el siglo XVI, habiendo dado el nombre a la parroquia y al municipio.En el inicio del siglo XVIII, poseía un hospital y un convento franciscano, albergando 25 religiosos.El interior presenta unas sorprendentes columnas retorcidas, como cuerdas de un barco, así como seis retablos barrocos con azulejos.En la parte exterior, es también posible observar las llamadas falsas almenas, gárgolas[2] y pináculos, entre otros elementos arquitectónicos.