Mencionada por primera vez en un precepto del rey Lotario en el año 958, como perteneciente al monasterio de San Miguel de Cuixá[1] y en la bula de Sergio IV en el año 1012 se confirma esta posesión.
La nave es de planta rectangular reforzados sus muros con una hilera de arcos adosados en ambos lados, con ábside semicircular y bóveda apuntada.
Durante unas reformas realizadas a finales del siglo XX, se derribó una sacristía de planta cuadrada, añadida en el muro de la parte sur cercana al ábside.
Los capiteles son temas vegetales y de animales.
El campanario de espadaña está construido con piedras y ladrillos, además en este frontispicio se encuentra abierta una ventana de época más moderna.