Construida originariamente en el siglo XIII como iglesia fortificada, formando parte de la muralla medieval.
Un devastador incendio arruinó luego la iglesia primitiva, de la que solo se salvó la portada gótica.
[1] Sobre sus restos, en el último tercio del siglo XV se edificó la iglesia mudéjar, y dos siglos más tarde se remodeló la estructura.
Es notable su gran portada monumental en el hastial occidental, realizada en ladrillo aplantillado.
Abre en cinco arquivoltas en arco apuntado, abocinada, con las jambas en derrame y un capitel corrido con decoración de cardinas.