La portada del templo presenta un estilo renacentista, mientras que otras partes como las ventanas se caracterizan por estar construidas con arcos de medio punto, claro testimonio del gótico tardío, período durante el cual se edificó el templo.
Los muros de ladrillo muestran técnica mudéjar, pero casi no ornamentos mudéjares.
La bóveda del crucero está asentada sobre columnas adosadas, rematadas por capiteles de estilo corintio.
Las naves laterales están separadas por tres arcos de medio punto.
Algunos fustes son monolíticos, otros aparecen divididos en tambres, todo de granito.