[1] Este hecho fue fundamental para que Venecia se erigiese en sede episcopal independiente, ya que hasta entonces había estado subordinada a los obispados de Grado y Aquileia.
En el siglo XIII se le añadió un nártex cubierto con cúpulas más pequeñas que envuelve el brazo inferior de la cruz.
Los cuatro Caballos de San Marcos representan la fuerza estatal.
El remate es de estilo gótico florido veneciano, del siglo XV.
Tres losas de mármol rojo marcan el lugar en que Federico Barbarroja se reconcilió con el papa Alejandro III en el siglo XII.
Destaca el profuso empleo del oro en los mosaicos, que dotan de una cálida luz al ambiente.
Nada más entrar, a la derecha, se puede ver una pila en pórfido del siglo II y el baptisterio.
Este retablo fue confeccionado con esmaltes engastados en monturas de oro y plata adornadas con piedras preciosas.
La basílica fue un lugar en donde músicos como Adrian Willaert, Giovanni Gabrielli y Claudio Monteverdi compusieron sus obras.
La arquitectura y el fenómeno acústico de la basílica dio lugar al estilo policoral veneciano.
Gabrielli, que fue organista del lugar por 27 años, fue el que más utilizó los efectos de este espacio, incluido la separación instrumental, la llamada y respuesta de distintas secuencias y los efectos del eco.