Antonio Visentini, que tal vez conocía el proyecto original, nos transmitió en un dibujo una hipótesis plausible de cómo se podría haber completado la fachada, aunque su intención no fuera precisamente filológica.
), con su gran superficie dividida casi en el centro por tres grandes arcos para separar el espacio claustral del público.
Dentro del arco central más alto se encuentra el gran altar mayor.
El tabernáculo del templo, aún más colorido, domina la abertura central y culmina en una pequeña cúpula de bronce perforada.
Aparte de este último, todas estas pinturas ya no están.