Esta iglesia formaba parte inicialmente de un convento de frailes Franciscanos que fue expropiado en el siglo XIX durante la desamortización de Mendizábal.
Aún quedan restos del antiguo convento separados por una calle y que tuvieron el uso de juzgados y cárcel hasta el año 1965 en que Ateca dejó de ser cabeza de partido judicial.
[1] Realizada en tapial y ladrillo, consta de tres naves con capilla entre los contrafuertes con cabecera plana.
El retablo mayor Está bajo la tradicional advocación franciscana de la Porciúncula.
[2][3][4] Se encuentra inscrita en el Inventario del Patrimonio Cultural Aragonés por lo que según la ley 3/1999 de 10 de marzo del Patrimonio Cultural Aragonés tiene la protección de Bien inventariado del patrimonio cultural aragonés.