Se trata de una edificación del siglo XVIII que sustituyó a la anterior iglesia de la cual se conserva poca información.
San Bartolomé es patrón de la ciudad, junto con los santos Senén y Abdón.
La torre es esbelta, octogonal y exenta, construida con grandes bloques de piedra labrada procedente del país, tiene cuatro cuerpos muy macizos, los tres primeros y el cuarto con un estilizado ventanal de medio punto en cada cara, donde están instaladas las campanas.
Como piezas artísticas y de valor destaca la orfebrería morellana del siglo XVI.
Carlos Luis García y Talarn ayudado de un diácono permanent, el Rvdo.