Todos los cuerpos, excepto la torre, se protegen mediante cubierta de faldones inclinados, con la cumbrera paralela al eje mayor y resolución a varias aguas adaptadas a la planta.El templo presenta planta de cruz latina, orientada en sentido contrario al eje litúrgico.No puede ser considerada como iglesia-salón en sentido estricto, dada su planta de cruz latina con crucero.En sentido longitudinal posee tres tramos, además del cuerpo del presbiterio, con tres capillas cabeceras que prolongan las naves, las dos laterales de planta cuadrada, y la mayor rectangular con un ábside ochavado.La iglesia, exenta, muestra su mayor fuerza plástica en los volúmenes de sus formas básicas y constructivas, naves, torre, muros y contrafuertes, como en la mayoría de los templos del país; pero el acceso principal, al sur, se plantea casi como una auténtica fachada con portada.En él hay una hornacina con una pequeña peana pero sin escultura, rematada con una bonita concha o moldura.Un nuevo entablamento define el último cuerpo que sostiene un pequeño frontón.Continúa el cuerpo propiamente de campanas, para terminar en un cupulín coronado por la cruz y decorado por altos pináculos.Hay constancia que en 1508 ya había campanas y está documento su uso a lo largo del siglo XVI.En el inventario de 1971 se detalla que había “cuatro campanas grandes”.Desde 1768 se estable una serie de toques estandarizados para los diferentes actos religiosos.Para las misas ordinarias se usaría la campana de la espadaña y no del campanario, evitando así el uso de las campanas grandes que se reservaban para toques especiales.El reloj de San Andrés ha ocasionado diferentes gastos en su historia.Sobre los capiteles arrancan los nervios que sostienen las bóvedas, muy complicadas, y cuyas claves quedan muy decoradas con relieves.La sala de sacristía fue abovedada y sobre ella se construyó un salón adornado con sendos escudos pintados, todo ello pagado por el ayuntamiento.[2] El sistema constructivo del espacio de la iglesia es abovedado a la manera gótica.El templo se cubre mediante diez bóvedas de crucería, estrelladas, sin contar las dos del presbiterio y pies.Las paredes perimetrales tienen la triple función que caracteriza el sistema: cierre, arriostramiento y soporte o de carga.El primer cuerpo está dedicado a la pasión de Cristo.Obra de Araoz es el más interesante del conjunto por su valor artístico y temático.Grandes cuadros de altorrelieves representan la Última Cena y el Lavatorio.La calle central del banco de este cuerpo está dedicada a San José que sostiene al Niño en su brazo izquierdo.El ático esta adaptado a la forma curva de la bóveda.Lo culmina la representación del Padre Eterno en medio cuerpo con túnica y manto mirando hacia abajo.[3] En el bajo coro hay una Dolorosa y una imagen románica de San Pedro probablemente del siglo XII, trasladada desde la portada exterior.