La decoración del ábside, con características que denotan un sentido decorativo más vivo y trazos de color, sugiere que los trabajos se concluyeron en la primera mitad del siglo XII.
El edificio está completamente revestido con placas de piedra caliza blanca perfectamente pulidas y dispuestas en franjas alternadas, altas y bajas, según un orden que evoca el opus quadratum pseudoisodomum de los monumentos de la Antigüedad (como en el templo redondo del Foro Boario en Roma, del siglo II a. C.).
Sin embargo, esta alternancia no tiene un valor puramente decorativo (como en las iglesias románicas de Pistoia y en el mismo Duomo de Pisa), sino compositivo, destacando elementos estructurales como bases y capiteles.
Los arcos antiguos están coronados por una clave alineada con una cornisa horizontal, creando un conjunto rígido y regular, sobre la cual descansaba la cúpula absidal original.
[2] [3] San Alejandro I papa (80?-115), según la tradición hagiográfica, murió mártir en Roma durante el principado de Trajano.