Haussmann abrió muchos bulevares, anchos y rectilíneos, a través del denso y concurrido tejido de la ciudad medieval, situando prominentes edificios públicos en los extremos de los paseos para lograr impresionantes perspectivas.
San Augustin, cerca del lugar donde había nacido el propio Haussmann, fue construido para proporcionar un contrapunto a las famosas columnas de La Madeleine en el otro extremo del bulevar.
Fue construida entre 1860 y 1871, en el barrio de la Pequeña Polonia, actualmente la plaza Saint-Augustin.
El abad aceleró la marcha de las obras de la iglesia, hizo construir la gran rectoría donde el cura y veinte vicarios tenían una habitación sencilla, pero cómoda y bien acondicionada.
Si bien el uso que hizo Baltard del hierro en la estructura de San Augusti fue alabado por su inventiva,[4] algún crítico ha descrito la iglesia como «una monstruosidad: ridículamente situada, sin proporción, aplastada bajo una cúpula descomunal».
[6] La voluntad de construir este edificio bien a la vista tuvo, sin embargo, un inconveniente.
Construida por Victor Baltard (arquitecto de Les Halles de París), esta iglesia encuentra su originalidad en su estructura más que en su estilo ecléctico, inspirado en el arte románico y el bizantino.
No siendo el solar rectangular, la planta es muy original, con una fachada estrecha y un gran coro.
Especial es la técnica constructiva: la iglesia tiene una estructura metálica completamente autoportante, que no necesita contrafuertes.
El edificio fue adaptado a esta restricción resolviendo la planta con un frente estrecho y alto detrás del que se extiende una amplia tribuna.
La cúpula está sostenida por cuatro torres campanario de planta octogonal.
[11] El aula es de una nave única con siete arcadas en cada lado, de las cuales las cinco primeras corresponden a otras tantas capillas laterales, cada vez más grandes yendo desde la contrafachada hacia la tribuna.
En el centro, sobre un alto podio, hay un presbiterio, con el altar mayor coronado por un ciborio de hierro fundido dorado.