En 1915 fue derribado el claustro del convento carmelita anexo, que había sido desamortizado en el siglo XIX.
Se remata con el escudo de la Orden y presenta una profusa decoración vegetal.
En la imaginería hay que reseñar las tallas de las cofradías penitenciales.
[4] Además, por las capillas y las naves se esparcen algunas pinturas del siglo XIX de factura popular.
El tesoro se completa con un crucificado de marfil del siglo XVII.