Comenzó como una pequeña capilla construida por decisión de Dolores Pérez en 1871.
En el año 1882 se erigió como iglesia pública para atender a los fieles de Viña del Mar, Concón, El Salto y Peñablanca, bajo la advocación de Nuestra Señora de los Dolores.
Esta nueva construcción fue diseñada por el italiano Eusebio Chelli y fue demolida luego del daño producido por el terremoto de 1906.
[1] Luego del terremoto se decidió levantar un nuevo templo en la misma ubicación del anterior, diseñado por Emilio Jecquier, de estilo neorrománico e inaugurado finalmente el 28 de febrero de 1912.
[1] En su interior se conserva la pila donde fue bautizado, el 23 de enero de 1901, San Alberto Hurtado.