Asentado sobre el Palacio de los Guanartemes, el actual templo fue construido en el siglo XVIII, bajo supervisión del arquitecto Diego Nicolás Eduardo, aunque la parroquia data de 1486.
La Iglesia es de gran raigambre histórica, tanto por el edificio en sí como por su calidad de parroquia, al igual que por el tesoro histórico artístico que encierra.
Si importante es arquitectónicamente, no lo es menos desde el punto de vista histórico.
Se trata de la primera sede jacobea fuera del territorio peninsular español.
Dicho templo fue posible construir gracias a la intervención y aportaciones del Capitán Don Esteban Ruíz de Quesada, que cedió gran parte de su patrimonio y fortuna económica en la construcción del templo, incluso proclamando a la vecindad:
En 1778 se procederá en el mismo lugar a la construcción del edificio actual que ocupa.
Sobre el templete de la capilla mayor, en el crucero, se sitúa la cúpula.
Con un diámetro de aproximadamente 3 metros, constituye un elemento indispensable colocado en la torre derecha del Templo Jacobeo.
El Templo galdense culmina su patrimonio con el magnífico órgano de la firma alemana Walter, que una vez destinado, le fue ofrecido al Párroco Romero.
Con sus más de quince mil tubos su coste se elevó a 30 000 pesetas, en el que para su ubicación colocarlo fue preciso agrandar el área coral aproximadamente quince metros.
Destacan cuatro obras por su carácter diferente: Otros cuadros patentan temas como la Virgen de la Paloma, San Antonio Abad, Santa Águeda.
Divina Pastora, Sueño de San José, Crucificado, Santiago, etc. Está centrada en la rica custodia procesional del Corpus Christi, obra rococó del siglo XVIII, debida al orfebre cordobés Damián de Castro.
Gáldar ha estado desde siempre vinculada a la tradición Jacobea gallega, celebrándose la primera Misa en el año 1481.
En 1965, por Bula Papal de Pablo VI, se concede la Celebración del Año Santo Jacobeo, con los mismos privilegios del año Jubilar gallego y compostelano.
Capilla de Jesús Nazareno Se trata de una imagen del siglo XVII, que representa a Jesús cargando la cruz, atribuida a Pedro Roldán.
Los cultos que tienen lugar en este templo son siempre de gran solemnidad, tal corresponde a la supremacía que tiene a distintas Iglesias de Canarias, todo ello fundamentado en su abolengo histórico religioso.