Identidad política

La fuerza de la identificación partidaria, a su vez, se acentúa con la edad, conforme el individuo adquiere experiencia en relación con el sistema electoral.[18]​ No obstante, según algunos autores, la personalidad se convertiría en un factor particularmente importante en las situaciones en que el poder esté concentrado, cuando las instituciones estén en conflicto o cuando tengan lugar grandes cambios.[18]​ En todo caso, la variable más estudiada en esta área es el autoritarismo, que puede ser definido como el conjunto de creencias con respecto al poder, la moral y el orden social.Estas variables son medidas por medio del cuestionario de Altemeyer sobre el Right Wing Authoritarianism (RWA).[20]​ Por otra parte, algunos investigadores también han tratado de evaluar los factores genéticos que influirían en el comportamiento político.Siguiendo esta lógica, dado que los rasgos de personalidad tienen una influencia en la identidad política y que los genes afectan a su vez a los rasgos de la personalidad, la genética debería tener un impacto indirecto sobre el comportamiento político.[21]​ Para determinar la naturaleza de esta relación, los estudios centrados en la comparación entre gemelos dicigóticos y monocigóticos indican que la genética determina en parte la intensidad del compromiso político, pero no la dirección de la orientación política.[23]​ Muchos autores consideran que el interés por la política y los conocimientos en esta área son extremadamente bajos en la sociedad en general.
El nivel de politización de los padres ejerce una influencia consecuente sobre la transmisión de la identidad política a los hijos.