El idealismo absoluto es una filosofía ontológicamente monista atribuida a Georg Wilhelm Friedrich Hegel.
Hegel afirmaba que para que el sujeto pensante (la razón humana o la conciencia) fuera capaz de conocer su objeto (el mundo) debe existir, en algún sentido, una identidad de pensamiento y de ser.
De manera contraria, el sujeto no tendría acceso al objeto y no tendríamos ninguna certeza acerca de nuestro conocimiento del mundo.
Según Hegel, el fundamento absoluto del ser es esencialmente un proceso dinámico e histórico de necesidad que se desarrolla por sí mismo a través de formas cada vez más complejas de ser y de conciencia, en última instancia dando lugar a toda la diversidad del mundo y a los conceptos con los que pensar y dándole sentido a la existencia.
La posición idealista absoluta fue dominante en el siglo XIX en Alemania, Gran Bretaña y, en menor grado, en los Estados Unidos.