[2] Inicialmente, esta compañía se dedicó al aprovechamiento hidroeléctrico de diversos saltos que construyó en el norte de España, principalmente en la cuenca del Ebro.
En 1944, Hidroeléctrica Ibérica absorbió Saltos del Duero, que había sido fundada en 1918 para explotar el aprovechamiento hidroeléctrico del río Duero en su tramo fronterizo con Portugal.
[3] En 1970, Iberduero, en conjunto con sus filiales, producía ya el 27% de la energía eléctrica consumida en España.
[2] Iberduero desarrolló un gran sistema hidroeléctrico, con más de 100 centrales, siendo especialmente importante el formado por las centrales situadas en el Duero y sus afluentes, que incluía las presas de Aldeadávila, Saucelle, Almendra, Castro, Ricobayo y Villalcampo.
Iberduero acometió también la construcción de la Central nuclear de Lemóniz, que fue paralizada en 1982 al convertirse en objetivo de la organización terrorista ETA, que atentó contra sus instalaciones y asesinó a dos de sus ingenieros (José María Ryan y Ángel Pascual Múgica) y tres obreros.