Y
Inicialmente los romanos la transcribieron con el grafema «v», del mismo origen (la wau fenicia, '𐤅'); hacia mediados del siglo I a. C. los romanos introdujeron la letra «y» para transcribir palabras de origen griego en las que se hallaba presente.Por ello, se corresponde con la letra «y» del alfabeto latino o romano moderno.En el año 1726, la Real Academia Española separó los usos de las íes y las yes: decidió que sólo la i se usase como vocal.Como consonante, su valor fonético suele ser el correspondiente a un fonema de articulación palatal sonoro, generalmente fricativo y, según los casos, su articulación es más o menos abierta y llega a tener, en español, una sonoridad semejante a la j inglesa y francesa, aunque suele ser más próximo al valor fonético de la j alemana.Sin embargo, tal cambio no se efectúa cuando la i es vocal plena no con un valor semiconsonante (por ejemplo, se dice y escribe: oro y hierro), o cuando la palabra comenzada con i carece de valor tónico en una interrogación, por ejemplo: ¿Y Ivana?.