La utilidad de los aviones sin piloto es que ninguna guerra podrá ganarse sin el dominio del aire.
Por ello, para evitar la pérdida de vidas humanas, y para minimizar las pérdidas aceptables, se desarrollaron a finales de los años sesenta los primeros prototipos de aviones sin piloto (en Israel y Estados Unidos).
España ha desarrollado una tecnología propia y consistente que ha sido obra del INTA.
En 2013, el SIVA fue dotado con un sistema automático de aterrizaje y despegue.
[5] Lo que hace del SIVA un sistema verdaderamente singular es la capacidad de operar sin intervención humana, esto es: una vez fijados los parámetros de la misión, el ordenador de a bordo cumpliría la misma con total independencia del factor humano.