[1] Poco tiempo después de su primer vuelo, la compañía North American Rockwell compró a Aero Commander.
La presencia del Jet Commander en el catálogo de productos suponía un problema, debido a que la Aero Commander Rockwell ya disponía de un diseño propio, el Sabreliner.
Debido a las leyes antimonopolio, le resultaba imposible fabricar ambas aeronaves, por lo que decidieron vender los derechos del Jet Commander, que fueron adquiridos por parte de IAI en 1968.
[2] Posteriormente se modificó la planta motriz, cambiando los dos motores turbojet originales por dos turbofan Garrett TFE731.
[1] Esta mejora, junto a otras en el fuselaje y en la aviónica se implantaron en el modelo 1124 Westwind, que se empezó a entregar en el año 1976.