[7] Algunos ejemplares tienen, además, una zona de color blanco en la garganta que se extiende como una estrecha línea hasta el pecho.
[5] Difiere del resto de macropodiformes por tener el primer dedo del pie, en el cual falta la uña, y pese a no ser oponible como en los falangeros sirve para mostrar su afinidad con estos;[4] la cola, además es escamosa y carece de pelo.
[1] Habita zonas de densa vegetación en torno a lagos y arroyos.
[5] Es de hábitos estrictamente diurnos, refugiándose durante la noche en su nido,[1] y aunque es un animal solitario se han observado pequeños grupos de hasta tres o más individuos buscando comida.
La única especie descrita hasta el momento es H. bartholomaii Flannery & Archer, 1987.