Es omnívoro y nocturno, permanece quieto u oculto durante el día.
A diferencia de otros peces, éste no cuenta con escamas.
En el caso del pez diablo, esto se debe a que tiene mucho éxito en alimentarse de los huevos y crías de otros peces como tilapia y pez plateado.
Además, posee una adaptabilidad impresionante que lo hace más resistente a su entorno y depredadores naturales.
El control de esta especie invasora sigue desconcertando a las autoridades mexicanas.
Incluso la llamaron la "especie exótica invasora ideal" porque su morfología, fisiología y comportamiento destacaron su potencial para apoderarse del ecosistema de su hábitat.