Al igual que se definen como el motor del medio ambiente.
Los humedales de esta zona se han visto estrechamente afectados puesto que los acuíferos que los alimentan mantienen una relación muy frágil con los humedales, debido a que en comparación con otras zonas no cuenta con la presencia de la cordillera de Los Andes ni con muchas vías cercanas al mar.
Hacia la zona sur ya se puede apreciar que los ríos son más caudalosos, mucha más vegetación, humedales palustres, lacustres, humedales boscoso, ribereños, marismas y turberas.
Los servicios de regulación son los bienes que en este caso el humedal le brinda al entorno geográfico, regulando los fenómenos naturales, como por ejemplo la estabilización de la costa, amortiguando el oleaje y disminuyendo del poder erosivo.
Los humedales además son capaces de capturar y almacenar carbono (CO2) a través de la biomasa y los suelos característicos que presentan, como se muestra en la siguiente imagen.
Los humedales también son capaces de brindar servicios culturales, los cuales son los beneficios no materiales que la localidad utiliza, como servicios espirituales, religiosos de recreación o educacionales.
Además, brindan servicios turísticos los cuales son indispensables para la localidad, ya que, aporta en la economía de esta y reconocimiento de la identidad que el ecosistema le brinda a los habitantes.
Como resultado de ello, disminuyen los servicios ecosistémicos que los humedales proporcionan a la sociedad, la degradación y desaparición de estos es más rápida que la experimentada por otros ecosistemas.