Ese mismo año, la Compañía de Nitratos del Perú fundó la oficina La Palma.Este proceso se realizó entre 1918 y 1920, bajo la dirección del constructor William J. Clayton, para la London Nitrate Co.La empresa se empeñó en lograr que el salitre natural compitiera en los mercados internacionales, por lo que desarrolló un plan de modernización en Humberstone que mantuvo la tecnología Shanks y logró buenos resultados, con su máxima hasta 1940, asociada a las otras oficinas salitreras de la Cosatan.En 1970, cuando ambas oficinas salitreras estaban convertidas en dos pueblos fantasmas en medio del desierto de Atacama, fueron nombradas monumentos nacionales, pese a lo cual siguen siendo presas del desguace y saqueo etc.La celebración de la Semana del Salitre, autorizada por Óscar Andía, resultó clave para que los expampinos lucharan por proteger la oficina.Es así como se formó la Corporación Museo del Salitre, que hizo gestiones para transformar a ambas oficinas salitreras en Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 2005.