Hugo II de Sundgau

Hugo aparece solamente en Alsacia, el país de origen en el que la familia todavía tenía lazos, tal como se muestra en varias ocasiones.

Y cuando ve fallar sus tentativas para hacer reconocer su matrimonio con su concubina y legitimar así a su hijo Hugo, nombró a este último, en 867, duque de Alsacia, resucitando así el ducado que habían controlado sus antepasados del lado materno.

Se le concede especial interés debido a su posición geográfica en la ruta más directa que llevaba de Basilea hacia Italia pasando por el Gran San Bernardo.

Varios grandes lo reconocieron como soberano, pero dos grandes laicos que se encontraban entonces en Alsacia, a saber Hugo y uno llamado Bernard, hijo de Bernard, observaron una reserva prudente y no fueron a rendirle homenaje.

Hugo, que había reconocido a Carlos el Calvo en 869, probablemente fuera conde de Sundgau.