[1][2] En las recetas del siglo XX este plato se elabora como una masa frita elaborada con huevo, pan y ajo. Se consideran tradicionalmente un plato típico de la cocina de la Semana Santa.
[1] En la actualidad este plato se prepara con huevo batido sobre pan rallado, ajo y perejil finamente picado.
Posteriormente se fríe en pequeñas porciones similares a buñuelos (del tamaño de una cucharada sopera).
Existen varianntes en las que la masa se mezcla con bacalao desmigado.
Son conocidos estos huevos como engañamaridos, por ser muy parecidos a las croquetas de carne.