En cuanto a jugadores, el primer capitán que levantó el Huemul de Plata fue Milovan Mirosevic.
Dicha base está contemplada para 30 placas lo cual quiere decir que la copa será llenada en un plazo mínimo de 15 años (debido a que en la hasta el año 2017, el torneo chileno se dividía en dos torneos cortos por año) y máximo de 30 años.
Luego de una campaña brillante, el equipo dirigido por el ídolo albo Héctor Tapia, volvió a gritar campeón tras vencer a Santiago Wanderers en el Estadio Monumental, ante más de 40 mil personas, convirtiéndose en el primer equipo, en levantar este trofeo, ganando su respectivo certamen con fechas de anticipación, en lo que significó además el título más esperado tanto por los jugadores como hinchas del club: el campeonato número treinta.
Un gol de Gustavo Canales selló el título para los azules, privando a Santiago Wanderers y Colo Colo —los otros candidatos al campeonato que jugaban entre ellos en simultáneo y que finalizó con triunfo caturro 2 a 0— de alcanzarlos tras la última fecha.
El equipo dirigido por José Luis Sierra, consiguió finalmente su estrella N.º 31, pese a que no pudo jugar su partido como visitante ante Santiago Wanderers, por los graves incidentes causadas por las hinchadas de ambos equipos, pero fue beneficiado por la derrota de su escolta Universidad Católica, por 1 a 0 como visitante ante Audax Italiano, cuyo partido se jugaba en simultáneo, con el partido del equipo colocolino y su similar caturro.
Además, Gonzalo Fierro levanta por segunda vez el Huemul de Plata, como capitán del «Cacique».
En el torneo siguiente, el Apertura 2016, los cruzados alcanzan por primera vez en su historia ganar dos títulos consecutivos tras vencer por 2 a 0 a Deportes Temuco en el estadio Germán Becker y hacerse inalcanzables para sus escoltas Iquique, Unión Española y O'Higgins de Rancagua.
Colo-Colo con Pablo Guede en la banca, tuvo como figuras importantes a Esteban Paredes, Jaime Valdés, Jorge Valdivia (que regresó a Chile luego de jugar casi 11 años en el extranjero), Julio Barroso, Agustín Orión (que reemplazó definitivamente a Justo Villar) y Octavio Rivero, este último no había jugado en el inicio del torneo, pero apareció en la recta final del torneo, anotando goles claves.
El conjunto albo aprovecho su enorme rendimiento como local - invictos con 11 triunfos y 4 empates - y el buen funcionamiento del equipo dirigido por Gustavo Quinteros con figuras como Gabriel Suazo, Juan Martin Lucero, Maximiliano Falcon, y Leonardo Gil entre otros, para lograr su trigésimo tercer campeonato, tan solo 2 años después de salvarse del descenso a Primera B de la mano de Pablo Solari (quien emigraría a River Plate a mediados de este torneo).