Sin embargo ella misma alberga también importantes restos arqueológicos relacionados con el famoso complejo inca.
Su construcción debió ser ardua y en extremo peligrosa: Es un camino muy empinado, estrecho, que incluye varios tramos con escalinatas talladas en la roca viva al borde mismo en la pared vertical de roca.
Al final, y coronando el Huayna Picchu hay algunas construcciones menores, incluyendo una portada y una piedra labrada grande a modo de trono que se conoce como "Silla del inca".
Revela en todo caso el interés común por compararlo en calidad con otros edificios incas, como el "templo del sol" de Machu Picchu.
Llegar hasta allí toma aproximadamente una hora y media caminando desde la ciudad.